También conocido como el Loto de Mil Pétalos o el Asiento del Ama, el séptimo chakra está situado en el tope de la cabeza y se asocia con la glándula pineal. Esta, tiene el tamaño de un guisante, se aloja en el interior del cerebro y es la encargada de segregar melatonina y serotonina. Podemos decir que es como la directriz de nuestro funcionamiento físico, emocional y mental.
Del mismo modo que el chakra raíz muestra la conexión con la Madre Tierra, el chakra de la coronilla muestra la conexión con el cosmos. Se transforma en un modelo para nuestra relación una realidad superior, representado por la que sea nuestra creencia, Dios, el Infinito, etc. Es desde este lugar que desarrollamos nuestra espiritualidad. Nos da el sentido de unidad y conexión con el cosmos
Este chakra tiene la característica clave de la entrega, la humildad que llena tu ser mientras te inclinas al infinito. Se asocia con la autorrealizacion, a la comprensión y sabiduría divina
Tiene que ver con el estado trascendental de pasar de la realidad mundana al infinito
Su deseo es conectar con las energías infinitas, conocer lo desconocido y experimentar el significado trascendental de la vida. Es el medio que nos permite alcanzar el entendimiento y hallar el sentido de las cosas, como la meta final de nuestra corriente liberadora.
En Sahasara nos hemos alejados al máximo del mundo material y las consiguientes limitaciones espaciotemporales. En este sentido el séptimo chakra se caracteriza por una máxima versatlidad y puede abarcar una gama mucho más amplia que los chakras inferiores.
Como un viaje que comenzó en lo más básico y material, elevándose y volviéndose cada vez un poco más sutil, llegamos el séptimo chakra. El final o el comienzo de todo, es lo mismo. Cuando tocas este nivel ya no hay principio ni final, ni orden de importancia o prioridad. Todo está bien tal cual es y Sahasara viene a ayudarnos a comprender esta verdad.
«Solo queda una puerta más por abrir,
y contiene la llave de todo lo que hay más allá.
Tú tienes esa llave, pero no puedes verla.
No es una cosa. No es un camino.
Es un misterio.»