El Domingo 16 de Junio cumplimos otro sueño: practicar una clase de Kundalini Yoga en la calle.
Compartimos este sueño con Yoguitos, unas profes fenómeno en Yoga para niñ@s, y Sunie Mantra, un hermoso grupo de mantras, y compañer@s de la sangha madrileña.
Al llegar a la plaza nos desanimámos un poco por la energía que se respiraba: latas de cerveza, paquetes de patatas vacíos, un calor torrido… Pero ya lo decía Yogi Bhajan «Keep up and you’ll be kept up!» (Sostente y serás sostenido!), así que manos a la obra, nos fuimos organizando mientras iban llegando las yoguis y los yoguinis, con sus sonrisas y sus esterillas bajo el brazo!
Todo empezó con una super clase de Yoguitos, mucha energía y muchas risas: tan contagioso que se fueron sumando niñ@s de la plazaH abía yoguitos de todas las edades, y unas yoguitas que al terminar la clase de l@s peques se sumó a la de los adultos!
Ese día practicamos la Kriya para la Energía Verde, para sembrar abundancia en nuestra vida, en esa plaza, y de ahí expandiendo. Somos conscientes de que atraemos lo que vibramos, y por eso aumentamos nuestra vibración… ¿y que mejor manera de hacerlo que compartiendo ese trabajo desde las mismas calles de nuestra ciudad?
Además en la plaza teníamos mucho público, gente sentada, mirando, algun@s se dejaban llevar y empezaban a cantar los mantras… tod@s con curiosidad e inmenso respeto, se percibía una energía hermosa a nuestro al rededor.
La clase fluyó como una hoja en un río de montaña, de manera natural… y después de la relajación nos pusimos en círculo para compartir una meditación con comunicación celestial de Bountiful, blissfull and beautiful, en la estupenda versión de Sunie Mantra.
Esto es un pequeño resumen, incomparable a lo que fue vivir la experiencia misma. Los ojos cerrados y las sonrisas de l@s practicantes, su belleza en sostener la postura, su respiración… y lo que dejamos en la plaza luego fue algo grande, otra energía, como si de pronto si hubiese despertado en un día bonito, abriendo los ojos por primera vez a la maravilla del mundo.
Estamos convencidas de que todo lo que vibramos lo contagiamos, y nos dimos cuenta de como la práctica había afectado a tod@s esos transeúntes, a las mismas paredes de la plaza, y que nuestro trabajo personal contagia las personas que comparten nuestra vida.
El camino es más luminoso si lo compartimos, por eso os agradecemos, yoguis y yoguinis, por haberlo hecho posible. Por eso agradecemos Sunie Mantra por regalarnos sus notas que guiaron y sostuvieron ese espacio-tiempo sagrado que compartimos en la plaza. Por eso agradecemos las chicas de Yoguitos y l@s yoguit@s que se sumaron a la clase, por haber abierto las danzas con su energía arrulladora. Y Agradecemos muchísimo el fotografo Luís Alda por regalarnos su hermosa mirada de esa tarde y Davide Crudetti por su paciencia y profesionalidad en la grabación del evento! Desde el corazón, gracias!
Al salir de casa esa mañana me había cruzado con una celebración senegalés, y un chico del grupo me dijo «No te das cuenta? Este va a ser un día muy bueno para ti, no sé que harás, pero será algo muy bonito!». Y creo que sí, tenía razón: hicimos algo muy bonito.
Seguimos en el camino, porque somos la nueva manera de caminar. Sat Nam! 🙂
Unas fotos, más aquí —> Kundalini Yoga Venus, facebook